En muchas ocasiones las personas creen que las enfermedades de los adultos no pueden llegar a afectar nunca a los pequeños de casa, pero en realidad es todo lo contrario, un claro ejemplo de ello es la diabetes infantil, la cual puede desarrollarse en los niños a muy temprana edad, es por ello muy conveniente conocer de la misma.
Se trata de una enfermedad que afecta a los niños, una de las diabetes más comunes es el mellitus tipo 1, la cual se caracteriza porque el páncreas no tiene la capacidad de producir la suficiente insulina, es decir se trata de la hormona que ayuda a poder transformarse en glucosa de todos los alimentos para la energía del cuerpo, por lo tanto, la misma aumenta en la sangre a lo cual se le conoce como la hiperglucemia.
Las causas de la diabetes infantil
A pesar de los avances de la tecnología aún no son muy claras las causas que producen la diabetes infantil, ya que son múltiples los factores que inciden en el niño desde que nace, ya que se creen que es una predisposición genética, pero también algunos otros factores del ambiente como las infecciones por virus, el sedentarismo, malos hábitos en la alimentación, entre otras.
Según muchos expertos muchos padres de familia pueden llegar a sentir algo de culpa al trabarse de una herencia genética o por ofrecer una alimentación que no era la adecuada, ya que era muy rica en azúcares, pero no existe una evidencia que compruebe lo anterior.
Los síntomas de la diabetes infantil
Seguramente en un momento dado se pueden preguntar cuáles son los síntomas que se tienen para poder tener las alertas necesarias, es por ello que dentro de los 5 y 7 años de edad es cuando suele ser más común y se tienen síntomas que son muy sencillos de identificar.
Dentro de los más comunes para los mejores blogs de salud sin duda alguna se encuentra la sed excesiva, también que los niños vayan al baño con mucha frecuencia, que moje la cama por las noches, además que tenga una pérdida repentina de peso, incluso comiendo como hace de forma habitual puede ser peligroso.
También se puede tener hambre constante, debilidad física y cansancio, visión borrosa, náuseas y vómitos, aliento con sabor a dulce o como si se tratará de una manzana, infecciones por hongos, calambres musculares, los cual puede ser peligroso para los niños y habrá que identificarlo con mucho tiempo de anticipación.